Las metáforas de la vida cotidiana

Las metáforas en las estrategias de fomento a la lectura

Las estrategias de fomento a la lectura son el con-junto de acciones organizadas tendientes a propiciar el acceso y acercamiento de los usuarios de la biblioteca y de la comunidad en general a los libros y otros materiales que integran la biblioteca, y al uso de otras fuentes de información y de los servicios bibliotecarios que en ella se ofrecen (Conaculta, 2002)

Aquellos que trabajamos en este sector nos enfrentamos a metáforas tanto en los libros como en nuestra práctica diaria. Una discusión recurrente es cómo nombrar la labor para que englobe en mayor medida todas las actividades que nos implican. ¿Animamos, fomentamos, promovemos o mediamos la lectura?  Cada uno de estos verbos implica acciones distintas. Incentivar la lectura con palmadas en el hombro difiere de convencerte de que es la mejor actividad resaltando los beneficios de leer un buen libro ilustrado. La manera en que elijo reflexionar sobre estas diferencias sutiles pero contundentes es a través de la materia prima de aquellos que trabajamos con libros: la metáfora.

¿Qué es una metáfora? Para enfatizar lo que es una metáfora y cómo estructura nuestra actividad diaria, especialmente en los medios de comunicación, comencemos con el concepto de «Argumento» y la metáfora conceptual «El Argumento es la Guerra – argumentar es una guerra-«. Esta metáfora se refleja en nuestro lenguaje cotidiano con una amplia variedad de expresiones. George Lakoff y Mark Johnson sugieren las siguientes metáforas donde se utiliza el concepto «Argumento»: 

«Tus afirmaciones son indefendibles», «Atacó cada punto débil en mi argumento», «Sus críticas fueron certeras», «Desmantelé su argumento», «Nunca he ganado un argumento con él», «¿Discrepas? De acuerdo, dispara», «Si usas esa estrategia, te eliminará», «Derribó todos mis argumentos» [4; p.3]. Junto a estos ejemplos, Lakoff y Johnson señalan: «Es importante ver que no hablamos solo de argumentos en términos de guerra. […] Aunque no hay una batalla física, hay una batalla verbal, y la estructura de un argumento -ataque, defensa, contraataque, etc.- refleja esto. Es en este sentido que la metáfora ‘El Argumento es la Guerra’ es aquella por la que vivimos en esta cultura, estructura las acciones que realizamos al argumentar» [4; p.4](Lakoff y Johnson, 1980. Recuperado en Onilonova, 2011).

Las metáforas no son solo elementos lingüísticos o retóricos. El ejemplo anterior pone de manifiesto que cognitivamente constituyen cómo percibimos nuestras actividades, acciones o prácticas, en este caso, al argumentar. Pero ¿qué pasa si aplicamos este enfoque a las actividades ligadas al diseño de “estrategias” para el fomento de la lectura y la “intervención” cultural? ¿Cuáles metáforas encontramos en la “implementación de planes” para que la lectura sea un “refugio” y “construya paz” en los “entornos de conflicto”? (Arizpe, et al, 2022).

Si leíste con cuidado, te darás cuenta de que implícitamente desarrollamos nuestro trabajo pensando en la lectura como un campo de batalla en el cual hay que implementar estrategias para avanzar, buscar refugio para encontrar resiliencia y hacer intervenciones culturales para construir paz en la comunidad.

Las metáforas se encuentran en nuestra actividad cotidiana con las personas y la lectura, modificando nuestra percepción de ellas. Tal modificación nos incita a desarrollar nuestras actividades de una u otra manera. Si queremos promover los beneficios de la lectura comunitaria, podemos salir con un altavoz a las calles. Si queremos animar a que las personas tomen un libro y ejerciten la imaginación, podemos organizar talleres que mezclen pintura y lectura de cuentos. Si optamos por la mediación de lectura, debemos poner énfasis en que nos estamos adentrando en un terreno donde debemos tener en cuenta los contextos social, cultural y psicológico de las personas a las que nos queremos acercar y de nuestro papel para que los individuos desarrollen habilidades en dichos terrenos.

A continuación, te presento tres enfoques para pensar y utilizar la metáfora. Son Tomados del artículo escrito por David Hills(2022) para la Standford Encyclopedia of Philosophy

Los versos utilizados como ejemplo son del libro ‘Mexique’, escrito por José María Ferrada e ilustrado por Ana Penyas. Publicado por Ediciones Alboroto, aborda la historia de los ‘niños de Morelia’, quienes llegaron del exilio español a causa de la Guerra Civil el 7 de junio de 1937 al puerto de Veracruz y posteriormente se establecieron en Morelia; lo que era un viaje de tres o cuatro meses se convirtió en una estadía definitiva.

  1. ‘La guerra es un ruido fuertísimo’

   – Enfoque Sustitutivo: Considera que las expresiones metafóricas son simplemente sustituciones de expresiones literales cuyo significado es equivalente. En este caso, la guerra es ante todo caos, y en el caos lo que impera es el ruido.

  1. ‘La guerra es una mano enorme que te sacude’

   – Enfoque Comparativo: Sostiene que una metáfora es el resultado de una analogía o semejanza subyacente. La mano que sacude hace alusión al acto de agarrar, zarandear, empujar, traquetear; un acto más personal que una sacudida anónima. Este enfoque nos lleva a pensar que en la metáfora hay una comparación de mayor complejidad cuyo mensaje literal no es explícito, y la metáfora es su mejor vehículo de expresión emocional.

  1. ‘Traemos la Guerra en la maleta’

   – Enfoque Interactivo: Propone que la metáfora se produce cuando la interacción entre la parte de la metáfora llamada «foco» y otro término da lugar a un nuevo significado. La interacción entre «La Guerra» y la expresión literal «en la maleta» amplía el sentido del término no literal. La metáfora sugiere que la guerra no es simplemente un evento externo, sino algo que se lleva consigo de manera personal y portátil, como si estuviera contenido en una maleta. La interacción entre la guerra y la acción de llevarla consigo crea un nuevo significado que destaca la idea de que la guerra se convierte en una carga personal y persistente.

La metáfora del mediador es interactiva, nos incita a no perder de vista que las comunidades tienen un rol activo, con intereses y experiencias propias que sirven de andamio para que el conocimiento de nuevas experiencias repose y adquiera sentido. Por lo tanto, implica que como personas construyamos un entorno de aprendizaje que favorezca a los individuos que ahí se encuentran. Ser mediador es una estrategia de enseñanza, no releva ni exhorta a dejar de utilizar otras estrategias. Si estamos actuando en un ecosistema social, cultural y psicológico, debemos pensar en las estrategias como un ecosistema de prácticas, en este caso, de lectura.

¿Entonces, hacer mediación es mejor que las otras estrategias de lectura? No, ninguna metáfora es mejor que otra; son herramientas, y la clave está en desarrollar la habilidad para utilizarlas según nuestro objetivo. Si en lugar de trabajar en el desarrollo sociocultural desde la lectura estuviéramos en una carpintería y nos encargaran un librero, deberíamos saber cuándo utilizar el serrucho, cuándo el desarmador y cuándo el pegamento. Todas las herramientas importan porque lo más relevante es mantener el objetivo final claro. ¿Cuál es el tuyo como (inserte metáfora) de lectura?

Literatura Citada

Lakoff, G., & Johnson, M. (2008). Metaphors we live by. University of Chicago press.

Onilova, O. (2011). The Conceptual Metaphor „Argument Is War” in BBC News Items. In Interuniversitaria (pp. 61-65).

Metaphor. 2022. David Hills. Stanford Encyclopedia of Philosophy: https://plato.stanford.edu/entries/metaphor/

  1. J. Ferrada; A. Penyas. (2021). Mexique: el nombre del barco. Alboroto ediciones.

Arizpe, E., Zárate, M., McAdam, J., & Hirsu, L. (2022). Estrategias de mediación cultural en emergencias: lectura y escritura como refugios simbólicos. Tomo 1.

Conaculta: https://dgb.cultura.gob.mx/Documentos/PublicacionesDGB/CapacitacionBibliotecaria/SerieFomentoLectura/FicheroActividadesFomento/FicheroActividadesFomento.pdf (Revisado en enero del 20424

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